¿TAMBIÉN SE COME LA MÚSICA?
Actualizado: 29 jul 2021

¿Si la música fuese comestible, que canción te comerías?
Seguro que alguna habrá, que te recuerda un momento de especial, y por que no , después de una cena inolvidable, tomando una copa con la mejor compañía.
Verdad que te acuerda de esa canción y te retrotrae a otra época, en otro lugar y recuerdas aquel sitio, esa cena, el vino, el postre y hasta la conversación. Cierto?.
Pues si, la música se come, pero no por la boca, más bien por los sentidos y amplifica nuestras emociones, anclando ese momento en nuestro recuerdo, para dejarlo libre cada vez que escuchamos esa canción única en ese momento y lugar único.
Una música apropiada dentro de un espacio gastronómico y acorde con el concepto de negocio y la oferta gastronómica, hace que nuestro cerebro crea que todo sabe mejor y nos lleva incluso a recordar los aromas del mar, si tenemos de fondo una música donde se oyen la olas que bañan la orilla, mientras degustamos en ese chiringuito familiar, un arroz o un frito variado de pescados.
Nos transporta, nos relaja y emociona. De eso se trata la experiencia del comensal, y para eso creé la COMENSALOGÍA, para ser la llave que abra las puertas de las emociones gastronómicas y llevar la experiencia del cliente a la excelencia.
Buen provecho y buena música.